Estamos comenzando un año
calendario colectivo 2018 que como bien se sabe desde la numerología es un 11…
un numero maestro, pero también para quienes no estén alineados con esta
vibración, tan especial, comulgara en el 2, que tiene que ver (desde lo
negativo) con la duda, la dicotomía, y la incertidumbre.
Estamos frente a una gran
oportunidad, por lo que la tierra hasta ahora como célula viva fue trabajando…
es un año donde se van a polarizar cada vez más las energías y todo se va a tornar
mas extremo.
El planeta está evolucionando
hacia una nueva frecuencia, más cristalina, más pura, transformadora y
expansiva. Los diferentes campos energéticos, incluso en nuestros cuerpos van
generando cambios y trasformaciones permanentemente. Nuestro ADN va mutando
hacia el GNA (nuevo código genético).
La tierra, entre otras cosas
está compuesta por cristales, éstos
transfieren energías, transforman y van sellando los nuevos patrones formando
plantillas nuevas en diferentes partes del
planeta para que la tierra pueda seguir elevando esa vibración. Las
plantillas son holográficas, están
formadas por símbolos, se debe ser consciente
de que cada símbolo es una llave, que cada proyección de energía es
transformadora y que cada visualización u holograma de estos símbolos son
puertas dimensionales hacia nuevos conocimientos. La energía cristalina que
resuena en el centro de la tierra es capaz de ir creando nuevas realidades, aún está lidiando con realidades anteriores que
deben terminar de formarse, para abrirle
paso a las nuevas. Es como si dentro de la gran red planetaria, hubiera
capsulas de tiempo que se van abriendo, revelando nuevas oportunidades, formando nuevos
eventos, plazos y programas.
Las plantillas instaladas en
el seno de la tierra que vibran en puntos electromagnéticos específicos, como en las pirámides de Egipto, de México,
lugares como Machupichu, Shamballa, Erks, Aurora, etc son lugares que van retroalimentando a semillas
cósmicas (trabajadores de la Luz), que son quienes están conscientemente trabajando
en el programa, para que puedan adquirir en cada viaje a esos lugares, la
impregnación necesaria y seguir nutriéndose. La parte cristalina de estos
puntos planetarios también está más sutilizada, por la posición donde se
encuentran, por ello, en esos nodos
puntualmente la vibración de la energía llega a niveles supra físicos generando
efectos en las personas, que solo en momentos muy particulares de sostenimiento
de consciencia y de amor incondicional se pueden alcanzar…
Estamos en un momento de gran
liberación de consciencia, pero también para quienes no estén a la altura del
cambio que hay que manifestar, correrán el riesgo de ir hacia una fase menos
evolutiva, donde el miedo, la
inseguridad y la incertidumbre tomen el poder y no puedan lograr la tan
anhelada transformación y por lo tanto tendrán que vivir eventos personales
acordes a esas emociones.
Quienes encarnamos en esta
línea de tiempo puntualmente hemos asumido un compromiso que hoy deber ser
manifestado sin más demoras. Por ello quienes en esta transición sientan que
realmente son parte, (porque todas células de su cuerpo se preparan para un
gran cambio), deben de una vez por todas
asumir el rol, y quienes NO, casi como un pedido desde lo alto, le den lugar a
aquellas personas que sí están
transitando este proceso con disponibilidad, y puedan tener la
oportunidad de servir al gran plan.
Hay líneas de tiempo muy influyentes,
en las que existimos alguna vez, como Atlántida, Lemuria, incluso en otras
esferas planetarias que todavía resuenan
en nosotros como si fuéramos viajeros del tiempo teniendo en cuenta en este
presente los errores cometidos para poder corregirlos en esta actualidad y
modificarlos, para darle paso a la Nueva Tierra.
Las meditaciones, la conexión
interna, la introspección, la alimentación, las intenciones, el compromiso espiritual, son partes claves
para este momento, porque nos retroalimentamos conscientemente con la energía,
con el campo cristalino de la tierra.
Estamos conectados con la red
planetaria, por lo tanto todo lo que nos ocurre, lo bueno y lo malo va subiendo a esa red, como si fuera un disco que
va almacenando toda la información, por
ello es responsabilidad de quienes sean partes de este programa, la coherencia
entre sus palabras y sus acciones, porque
son co creadores.
Desde Sakuma, Sergio y Klaudia